Burgos pasaba casi en su totalidad por hacer valer su superioridad física.

Filipenses: Pablo Fernández (49), Alex García (2), Daniel Benito (4), Pablo Ordoñez (2), Álvaro Niño (-) -cinco inicial- Emilio Robles (8), Miguel Salgado (10), Manuel Ramos (-), Guillermo Fernández (-).

 

Segundo partido de la segunda vuelta que nos enfrentaba al San Pablo Burgos Azul, equipo al que habíamos conseguido superar en el anterior encuentro por 47-62, en tierras burgalesas el pasado 16 de octubre.

 

Esperemos que no se convierta en una tendencia, pero el equipo, al igual que ocurría contra el Colegio Leonés Básquet León, salió al partido errático y poco concentrado en lo que se había hablado en la charla prepartido, y parecía que Burgos tenía una idea mucho más clara de cómo llevar el encuentro a un campo que le beneficiara. Ayudados por su ventaja en altura, conseguían tener más posesiones en ataque de las que disponía su rival, sobre todo por el buen trabajo en el rebote ofensivo, lo cual, sumado al poco acierto local, les ponía por encima en el marcador 6-24.

 

El ataque de Burgos pasaba casi en su totalidad por hacer valer su superioridad física, y era algo que Filipenses tenía que contrarrestar si quería estar en partido. Tras el paso por banquillos, la cara mostrada por Filipenses fue totalmente opuesta a lo visto en los primeros 10 minutos. Un equipo concentrado atrás, haciendo un buen trabajo en el cierre de rebote, y que no permitía situaciones fáciles cerca del aro, que provocaba que el ataque de Burgos se estancara, permitiendo hasta 10 puntos menos que en el periodo anterior (14). Además de en el apartado defensivo, habría que mostrar una clara mejora en el defensivo para competir el partido, ya que 18 puntos de déficit es una distancia muy grande, sobre todo teniendo en cuenta las anotaciones en las que se mueve esta liga autonómica infantil. Se identificaron las fortalezas y las debilidades de la defensa burgalesa para este segundo periodo, lo que resultó en la mejor anotación en un cuarto de la temporada para Filipenses con 27 puntos anotados, que nos dejaba un resultado al paso por los vestuarios de 33-38.

 

Con Filipenses con las cosas mucho más claras sobre la pista, y un marcador ajustado, se llegaba al inicio de la segunda mitad, un partido muy competido, en el que se sucedían los parciales favorables a uno y otro equipo, pero de los que normalmente Filipenses salía beneficiado, el tercer cuarto se saldaba con una ligera ventaja parcial para los locales (23-20), y dejaba todo por decidir entrando al último cuarto, con el marcador mostrando un resultado de 56-58, aún favorable para San Pablo Burgos.

 

El inicio del cuarto favoreció a Burgos que, apoyados en un buen acierto en sus tiros de media distancia conseguían abrir una pequeña brecha en el marcador, apoyados también en que Filipenses no conseguía acertar en sus decisiones, llegando a falta de 5 minutos con un partido al límite de romperse en favor visitante (60-68).

 

Tras un tiempo muerto local, la cara de Filipenses cambió de nuevo, mucha más claridad en ataque, y mucha más actividad en defensa, que permitían luchar un partido que por momentos parecía escaparse. Se llegaba a los instantes finales del partido con un 70-70 a falta de 3 minutos, y todo por decidir. 

 

El partido había crecido en tensión, los contactos habían aumentado, y la presión que ejercía un campo tan pequeño como es el de Filipenses complicó mucho las cosas al dúo arbitral, los cuales tuvieron una pobre actuación en estos minutos finales, con acciones no señaladas favorables a ambos equipos, y que culminaron con una falta final no señalada a escasos 6 segundos de terminar el partido, que hubieran supuesto una posibilidad para Filipenses para haberse llevado el gato al agua y culminado la remontada.

 

En resumen, un partido muy competido entre los dos conjuntos, con un buen San Pablo Burgos, con las ideas muy claras desde el inicio, y un reactivo Filipenses que no le perdió la cara al encuentro en ningún momento. Partido que no debe quedar opacado por la actuación arbitral, y del que ambos conjuntos deberían de estar orgullosos.

 

El próximo partido nos dejará el tercer derbi liguero para Filipenses, en el que se enfrentarán fuera de casa al CB Palencia, equipo actualmente segundo clasificado de la 1º División Infantil Masculina Grupo B